domingo, 29 de junio de 2008

Pensamiento Filosofico

Karl Heinrich Marx
(1818-1883)
La filosofía de Marx
Se ha convertido ya en un tópico tradicional presentar la obra de Marx como el resultado de una triple influencia: de la filosofía hegeliana, del socialismo francés, y de la economía política inglesa. A partir de ellas, Marx desarrollará un nuevo marco conceptual sobre el que acabará construyendo su pensamiento: un pensamiento original, creativo, que ejercerá una influencia considerable en el desarrollo del pensamiento, (no sólo político y social, lo que resulta indudable), de la segunda mitad del siglo XIX y de todo el siglo XX.

Friedrich Wilhelm Nietzsche
(1844-1900)

La filosofía de Nietzsche
La filosofía de Nietzsche, considerada como vitalista, ejerció una considerable influencia a finales del XIX y buena parte del siglo XX, tanto por su caracter crítico como por su propuesta de trasmutación de los valores de la cultura occidental, plasmada en el ideal del superhombre.
José Ortega y Gasset
(1883-1955)
El racio-vitalismo de Ortega
Ortega y Gasset es el máximo representante de la filosofía española del siglo XX. Su búsqueda de la síntesis entre razón y vida le condujo a investigar, - y a exponer los resultados de su investigación -, de un modo poco académico, que chocó con los prejuicios de la tradición universitaria de la época, pero que ejerció un influjo considerable en la vida intelectual española, influjo que se vería truncado por la dictadura militar impuesta por los sublevados contra la II República.
Jean Paul Sartre
(1905-1980)
El existencialismo
El filósofo y literato francés Jean Paul Sartre, pese a no ser el creador del existencialismo, se convirtió en el más reconocido defensor de dicha corriente de pensamiento, que alcanzará gran popularidad en la segunda mitad del siglo XX. Su implicación activa en la vida política, a lo largo de prácticamente toda su vida, hizo que fuese considerado, en el último cuarto de siglo, como un símbolo viviente del pensador comprometido con las causas políticas y sociales.

Louis Althusser
(1918-1990)
Por José Romero

El "estructuralismo" marxista
Louis Althusser se propuso la tarea de devolver al marxismo el carácter científico que sus fundadores, Marx y Engels quisieron darle, mediante una nueva concepción de la filosofía marxista, a partir de una nueva lectura de las obras de Marx y Engels. Se le suele clasificar dentro de la llamada corriente estructuralista, junto con otros pensadores de lengua francesa tales como Lévi-Strauss, Lacan, Foucault, etc., aunque el propio Althusser nunca aceptó ser calificado como "estructuralista", dado lo ambiguo del término, y las connotaciones formalistas que tiene, contrarias a sus pretensiones de elaborar una filosofía materialista.
George Edward Moore
(1873-1958)
Por José Sánchez-Cerezo de la Fuente
El pensamiento de Moore
1.
George Edward Moore (1873-1958) es uno de los fundadores de la filosofía analítica, junto con Bertrand Russell, que fue su compañero en el Trinity College de Cambridge, y junto con Ludwig Wittgenstein, quien entró como estudiante en la misma universidad, pero que con el tiempo ocuparía la cátedra de Moore. Durante la Segunda Guerra Mundial enseñó en América. Fue editor de la revista Mind desde 1921 hasta 1947 y recibió la Orden del Mérito en 1951.
2.
Moore se inició en el idealismo de la mano de su profesor Ellis McTaggart pero posteriormente aceptó la postura realista (y condujo asimismo a Russell hacia ella). La primera ruptura con el idealismo se refleja en un artículo temprano, "La naturaleza del juicio", en el que criticaba los errores que se producían en la postura idealista debido a la confusión entre dos sentidos distintos de la palabra "idea", que puede significar, por un lado, el acto psíquico de conocimiento, y por otro aquello que se conoce. Es sobre éste último sentido sobre el que debe girar nuestra reflexión para evitar caer en un psicologismo según el cual no podríamos conocer nada exterior a nuestros estados de conciencia. A este sentido de "idea" que hace hincapié en el significado Moore lo denomina "concepto", tomando lo que Francis Herbert Bradley, el profesor a partir del cual Moore se replanteó el idealismo, denominaba "significado universal". Un precedente de la concepción de Moore puede verse en la filosofía de Frege, quien también habla de "conceptos" a los que atribuye una naturaleza objetiva. Un desarrollo posterior, salvando las distancias, puede verse en la teoría del "mundo 3" de Karl Popper.
3.
Posteriormente Moore lleva a cabo una crítica más elaborada del idealismo en su obra "La refutación del idealismo". En ella se vuelve a analizar ciertos conceptos, como es el caso de "sensaciones", para mostrar que una vez más se produce un error análogo al que se daba con el término "idea". Moore quiere criticar la consideración que afirma que "ser es ser percibido". No es cierto que sólo seamos conscientes de nuestros propios estados de conciencia. El mismo "ser consciente" significa serlo de algo, implica la existencia de un exterior. Si lo único de lo que tuviésemos conciencia fuese de la propia conciencia, ¿cómo explicaríamos el cambio de percepciones? Lo que da lugar a esos cambios es el hecho de que fuera de nosotros existen distintos objetos hacia los cuales se dirige nuestra conciencia. Lo que sí puede resultar problemático es hasta qué punto nuestra conciencia se corresponde con el exterior y, por lo tanto, en qué medida nuestro conocimiento es adecuado, pero ahora vemos que la afirmación que Moore criticaba, "ser es ser percibido" (dicho de otra forma "lo que existe sólo existe en la medida en que hay alguien que lo percibe"), no puede ser cierta porque el percibir, el tener sensaciones, implica la existencia de quien percibe y de lo percibido.
4.
Posteriormente a "La refutación del idealismo", continúa con la crítica a los "abusos del lenguaje" que, afirma Moore, han llevado a muchos filósofos a lo largo de la historia a ideas sumamente extravagantes acerca del mundo y la realidad (ideas, que, dicho sea de paso, han sido afirmadas sin el menor reparo, como son la negación del movimiento y del cambio por parte de Parménides y sus discípulos, la afirmación de que la realidad puede no ser más que un sueño o la duda acerca de la existencia de otras personas además de la de uno mismo). Esta crítica está expresada en el siguiente párrafo:
"Me parece que en ética, al igual que en todas las demás ramas filosóficas, las dificultades y desacuerdos, de los que su historia está llena, se deben principalmente a una causa muy simple, a saber: al intento de responder a preguntas sin descubrir primero cuál es la pregunta que se quiere responder."
5.
Finalmente Moore, en sus obras "Defensa del sentido común", de 1929, y "Prueba de un mundo exterior", hace explícita la argumentación a favor de la concepción cotidiana de la realidad, lo que habitualmente se denomina sentido común, esto es, que en el mundo hay cosas tales como sillas y mesas, que no hay motivo para pensar que el sol no vaya a salir mañana., etc. Es importante destacar que Moore no es ningún ingenuo y que su intención no es eliminar de un plumazo toda la filosofía simplemente para afirmar que son ciertas las afirmaciones ordinarias que el ser humano lleva haciendo desde el comienzo de la historia. Lo que Moore afirma es que las afirmaciones de sentido común son ciertas, pero no que el propio sentido común sea algo que se justifique a sí mismo y que no necesite de argumentación. El sentido común, por lo tanto, proporciona un criterio para aceptar una afirmación, y esto se lleva a cabo de dos maneras: por un lado Moore da a entender que el hecho de que sea el sentido común quien afirme algo ya es una razón para la aceptación de esa afirmación; por otro lado, podemos aplicar la reducción al absurdo y comprobar si de la negación de la afirmación que el sentido común nos dicta se sigue una contradicción.
6.
Puesto que los errores se han producido, como ya hemos visto, debido a confusiones en el significado de los conceptos (confusiones que los propios filósofos han introducido) lo que hay que hacer es analizar cuidadosamente el significado que cada filósofo ha atribuido a los conceptos que usaba y cuál es el que verdaderamente se corresponde con la realidad. En su obra Principia Étnica, de 1903, realiza el análisis del término "bueno". Se trata de un concepto que no puede explicarse a alguien a menos que previamente lo conozca, como sucede, por poner un ejemplo, con el concepto "amarillo". El término "bueno" es, al contrario que los conceptos que se refieren a objetos de la naturaleza, un concepto sin partes, inanalizable, indefinible (puesto que definir, según Moore, es descomponer un objeto en las distintas partes que contiene). Como consecuencia, Moore expondrá la famosa falacia naturalista que afirma que no es posible identificar lo bueno con las cosas o con las propiedades de las cosas. Por ejemplo, afirmar "el placer es bueno", como hacen los hedonistas o los epicúreos, es un error porque el predicado "bueno" no es algo natural y existente. Tales asociaciones de lo bueno con lo placentero, o con lo útil, no son sino el reflejo de una actividad psicológica (si pretendemos analizar, por otra parte, el concepto de "deber", en último término nos encontramos con el concepto de "bueno" y nos enfrentamos al mismo problema). Estas consideraciones por parte de Moore son una reformulación de un problema del que Hume ya se había percatado, que no se puede legítimamente pasar del "ser" al "deber ser", que nunca un conjunto de premisas descriptivas puede implicar una conclusión normativa.
7.
Para no basar la ética en la metafísica, contra la cual siempre se sitúa (como puede verse, por ejemplo, en el hecho de que siempre habla de "good", el adjetivo "bueno", en lugar de "goodness", el sustantivo "bien") Moore defiende, como alternativa, el denominado intuicionismo ético: la afirmación de que hay verdades morales que conocemos por intuición, considerando la bondad o la rectitud como una propiedad que pertenece a determinados estados de cosas. El problema que se plantea aquí es qué tipo de conocimiento es esa "intuición" y la cuestión no se resuelve apelando a un conocimiento alternativo. Dicho de otra manera, el que considera que determinada acción es mala y afirma que lo sabe por intuición no está afirmando que sabe algo que, de tener más información o de hacer un mejor análisis de la cuestión, se mostraría efectivamente cierto, sino que se trata de un modo alternativo de conocer, aunque sus peculiaridades quedan sin definir de una forma clara.
8.
G. E. Moore, en conclusión, es el precedente más cercano del pensamiento analítico aplicado a la ética, aunque no hay que olvidar que su intención inicial es definir lo bueno y no simplemente realizar un análisis del lenguaje. Su influencia en otros pensadores fue inmensa, aunque el reconocimiento que de su obra se ha tenido ha fluctuado enormemente.
Thomas Samuel Kuhn
(1922-1996)
Por José Sánchez-Cerezo de la Fuente
.
El pensamiento de Kuhn
1.
El filósofo Thomas Kuhn se ocupó principalmente de cuestiones acerca de filosofía de la ciencia: ¿cómo se lleva a cabo la actividad científica? ¿Existe un mismo patrón en dicha actividad que se pueda aplicar a lo largo de las distintas épocas históricas? ¿A qué se debe el aparente éxito en la obtención de conocimientos de la ciencia? Dicho conocimiento, por otra parte, ¿es acumulativo a lo largo de la historia?
2.
Este tipo de cuestiones, así como las respuestas que Kuhn ofrecerá, nos muestran el enfoque histórico con el que se analiza la ciencia. Efectivamente, Kuhn se dedicó en un primer momento al estudio de la historia de la ciencia y fue a partir de ella de donde surgieron diversas cuestiones que muestran un contraste entre dos concepciones de la ciencia. Por un lado, la ciencia entendida como una actividad completamente racional y controlada (como nos la presenta el Círculo de Viena, por ejemplo), y por otro lado, la ciencia entendida como una actividad concreta que se ha venido dando a lo largo de los siglos y que en cada época histórica presenta peculiaridades y características propias. Estos dos planteamientos pueden ser denominados "formalista" e "historicista", respectivamente.
3.
Las respuestas que Kuhn da a las cuestiones iníciales, que se plasman en la obra "La estructura de las revoluciones científicas", de 1962, supusieron un gran cambio en el debate filosófico del momento, pues el modelo formalista que imperaba fue desafiado por el enfoque historicista de Kuhn, según el cual, la ciencia se desarrolla siguiendo determinadas fases:
· 1. Establecimiento de un paradigma
· 2. Ciencia normal
· 3. Crisis
· 4. Revolución científica
· 5. Establecimiento de un nuevo paradigma
4.
En esta concepción la noción de "paradigma" resulta fundamental. Kuhn define paradigma de la siguiente manera:
"Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica"
5.
Los paradigmas son, por tanto, un marco o perspectiva bajo la cual se analizan los problemas y se trata de resolverlos. Por ejemplo, el movimiento aparentemente irregular de los planetas en el cielo es un problema concreto. Podemos verlo a la luz del paradigma que ofrece la teoría geocéntrica de Aristóteles, según el cual el movimiento de los planetas es absolutamente circular. En éste caso, por lo tanto, la labor del científico será mostrar que la irregularidad de los planetas no es tal y aclarar a qué se debe dicha apariencia. Pero podríamos verlo también partiendo del paradigma de la teoría heliocéntrica. En este último caso podríamos llegar a aceptar la no-circularidad del movimiento real de los planetas, pero sea cual sea la explicación ofrecida, debe aplicarse por igual al resto de los cuerpos celestes. Los paradigmas son, por lo tanto, macroteorías que se aceptan de forma general por toda la comunidad científica y a partir de las cuales se realiza la investigación. El objetivo de la misma es aclarar los posibles fallos del paradigma (como por ejemplo datos empíricos que no coincidan exactamente con la teoría) o extraer todas sus consecuencias. A este proceso de investigación basado en un paradigma se le denomina "ciencia normal". En palabras de Kuhn:
"ciencia normal" significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior"
6.
Esta fase del desarrollo de la ciencia ocupa la mayor parte del tiempo de los científicos, porque aunque los nombres que nos han llegado hasta nosotros han sido los de científicos revolucionarios que han roto con las concepciones de su tiempo (como Galileo o Einstein), la mayor parte de científicos realizan trabajos rutinarios de comprobación para mostrar o poner a prueba la solidez del paradigma en el que se basan.
7.
En ocasiones, no obstante, un paradigma no es capaz de resolver todos los problemas, y estos persisten a lo largo de los años o de los siglos, tal vez acumulándose junto con otros. En ese caso el paradigma en conjunto comienza a ponerse en cuestión y los científicos comienzan a considerar si supone el marco más adecuado o la forma más correcta de abordar los problemas o si debe ser abandonado. La crisis supone la proliferación de nuevos paradigmas, en un principio tentativo y provisional, con vistas a resolver la o las cuestiones más problemáticas. Estos nuevos paradigmas compiten entre sí y cada uno trata de imponerse como el enfoque más adecuado.
8.
Finalmente se produce una revolución científica cuando uno de los nuevos paradigmas sustituye al paradigma tradicional (como sucedió con la visión del mundo copernicana, que derrocó a la concepción aristotélica o con la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que sustituyó a la visión newtoniana de la realidad como la forma más apropiada forma aproximarse al mundo):
"Las revoluciones científicas se consideran aquí como aquellos episodios de desarrollo no acumulativo en que un antiguo paradigma es reemplazado, completamente o en parte, por otro nuevo e incompatible."
Tras la revolución el ciclo comienza de nuevo y el paradigma que ha sido instaurado da pie a un nuevo proceso de ciencia formal.
9.
Como se puede ver, el enfoque historicista da más importancia a factores subjetivos en el proceso de investigación científica que anteriormente habían sido pasados por alto. Kuhn muestra que la ciencia no es solamente un contraste y neutral entre las teorías y la realidad, sino que hay diálogo, debate, y también tensiones y luchas entre los defensores de los distintos paradigmas. Los científicos no son seres absolutamente racionales. Cuando los experimentos parecen mostrar que una teoría determinada es falsa, algunos científicos continúan usándola. Si hay una posible aplicación práctica de la teoría o existen intereses de algún tipo, esto influye en la actividad científica, así como la existencia de colectividades o grupos sociales a favor o en contra de una teoría concreta, o la existencia de problemas éticos. Todos ellos son casos en los que la actividad científica se ve influenciada por el "mundo exterior". En definitiva, allí donde los formalistas afirmaban que lo importante de la ciencia son las teorías y la comparación objetiva entre las teorías existentes, los historicistas conceden más importancia al sujeto que lleva a cabo la investigación así como a la sociedad en la que está inmerso. Otro argumento adicional en contra de la concepción de la ciencia como un proceso perfectamente racional en el que sólo tienen importancia la fuerza de los argumentos es el hecho de que desde un paradigma resulta difícil (algunos afirman que imposible) entender el punto de vista alternativo, ya que siempre se parte de un paradigma determinado. No existe forma de alejarse de todos los paradigmas y compararlos de forma objetiva, sino que siempre estamos inmersos en uno de ellos y conforme al mismo interpretamos el mundo que nos rodea. El debate que se establece, por lo tanto, entre defensores de distintos paradigmas puede resultar a menudo estéril, hasta el punto, llega a decir Kuhn, de que un paradigma triunfa no porque consiga convencer a sus oponentes, sino porque los representantes del paradigma más antiguo van falleciendo.
10.
Considerados estos factores, ¿cómo hemos de entender el progreso en la ciencia? La respuesta de Kuh es que el progreso, estrictamente hablando, sólo se produce en las fases de ciencia normal, pero no se puede hablar de un progreso continuado desde la época de los griegos hasta la actualidad, porque las revoluciones científicas no son sino rupturas de esa continuidad. Cada revolución marca, en cierto sentido, un nuevo comienzo.
Esta perspectiva dará pie posteriormente a un relativismo radical según el cual no habría forma de saber cuál, entre dos teorías, es verdadera puesto que la verdad depende del paradigma desde el que se analizan los problemas (Feyerabend es un filósofo relativista que ejemplifica esta postura). El propio Kuhn, sin embargo, se desmarcará de una interpretación de su propia teoría en ese sentido.
Textos pertenecientes a "La estructura de las revoluciones científicas":

1.
"La observación y la experiencia pueden y deben limitar drásticamente la gama de las creencias científicas admisibles o, de lo contrario, no habría ciencia. Pero, por sí solas, no pueden determinar un cuerpo particular de tales creencias. Un elemento aparentemente arbitrario, compuesto de incidentes personales e históricos, es siempre uno de los ingredientes de formación de las creencias sostenidas por una comunidad científica dada en un momento determinado."
2.
"El estudio de los paradigmas es lo que prepara principalmente al estudiante para entrar a formar parte como miembro de la comunidad científica particular con la que trabajará más tarde."
3.
"A falta de un paradigma o de algún candidato a paradigma, todos los hechos que pudieran ser pertinentes para el desarrollo de una ciencia dada tienen probabilidades de parecer igualmente importantes. Como resultado de ello, la primera reunión de hechos es una actividad mucho más fortuita que la que resulta familiar, después del desarrollo científico subsiguiente."
4.
"No puede interpretarse ninguna historia natural sin, al menos, cierto caudal implícito de creencias metológicas y teóricas entrelazadas, que permite la selección, la evaluación y la crítica. Si este caudal de creencias no se encuentra ya implícito en la colección de hechos -en cuyo caso tendremos a mano algo más que hechos simples- deberá ser proporcionado del exterior, quizá por una metafísica corriente, por otra ciencia o por incidentes personales o históricos. Por consiguiente, no es extraño que, en las primeras etapas del desarrollo de cualquier ciencia, diferentes hombres, ante la misma gama de fenómenos -pero, habitualmente, no los mismos fenómenos particulares- los describan y los interpreten de modos diferentes. Lo que es sorprendente, y quizá también único en este grado en los campos que llamamos ciencia, es que esas divergencias iníciales puedan llegar a desaparecer en gran parte alguna vez."
5.
"Para ser aceptada como paradigma, una teoría debe parecer mejor que sus competidoras; pero no necesita explicar y, en efecto, nunca lo hace, todos los hechos que se puedan confrontar con ella."
6.
"El surgimiento de un paradigma afecta a la estructura del grupo que practica en ese campo. En el desarrollo de una ciencia natural, cuando un individuo o un grupo producen, por primera vez, una síntesis capaz de atraer a la mayoría de los profesionales de la generación siguiente, las escuelas más antiguas desaparecen gradualmente. Su desaparición se debe, en parte, a la conversión de sus miembros al nuevo paradigma. Pero hay siempre hombres que se aferran a alguna de las viejas opiniones y, simplemente, se les excluye de la profesión que, a partir de entonces, pasa por alto sus trabajos. El nuevo paradigma implica una definición nueva y más rígida del campo."
7.
"Cuando un científico individual puede dar por sentado un paradigma, no necesita ya, en sus trabajos principales, tratar de reconstruir completamente su campo, desde sus principios, y justificar el uso de cada concepto presentado."
8.
"El éxito de un paradigma es al principio, en gran parte, una promesa de éxito discernible en ejemplos seleccionados y todavía incompletos. La ciencia normal consiste en la realización de esa promesa, una realización lograda mediante la ampliación del conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como particularmente reveladores, aumentando la extensión del acoplamiento entre esos hechos y las predicciones del paradigma y por medio de la articulación ulterior del paradigma mismo."
9.
"Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no encajarían dentro de los límites mencionados frecuentemente ni siquiera se los ve. Tampoco tienden normalmente los científicos a descubrir nuevas teorías y a menudo se muestran intolerantes con las formuladas por otros.
Es posible que sean defectos. Por supuesto, las zonas investigadas por la ciencia normal son minúsculas; la empresa que está siendo discutida ha restringido drásticamente la visión. Pero esas restricciones, nacidas de la confianza en un paradigma, resultan esenciales para el desarrollo de una ciencia. Al enfocar la atención sobre un cuadro pequeño de problemas relativamente esotéricos, el paradigma obliga a los científicos a investigar alguna parte de la naturaleza de una manera tan detallada y profunda que sería inimaginable en otras condiciones."
10.
"Creo que hay sólo tres focos normales para la investigación científica fáctica y no son siempre ni permanentemente, distintos. Primeramente encontramos la clase de hechos que el paradigma ha mostrado que son particularmente reveladores de la naturaleza de las cosas. (...)Los esfuerzos por aumentar la exactitud y el alcance con que se conocen hechos como ésos, ocupan una fracción importante de la literatura de la ciencia de observación y experimentación.
10.1
Desde Tycho Brahe hasta E. O. Lawrence, algunos científicos han adquirido grandes reputaciones, no por la novedad de sus descubrimientos, sino por la precisión, la seguridad y el alcance de los métodos que desarrollaron para la redeterminación de algún tipo de hecho previamente conocido.Una segunda clase habitual, aunque menor, de determinaciones fácticas se dirige hacia los hechos que pueden compararse directamente con predicciones de la teoría del paradigma. (...).
10.2
Una tercera clase de experimentos y observaciones agota la terea de reunión de hechos de la ciencia normal. Consiste en el trabajo empírico emprendido para articular la teoría del paradigma, resolviendo algunas de sus ambigüedades y permitiendo resolver problemas hacia los que anteriormente sólo se había llamado la atención. (...)Estas tres clases de problemas: la determinación del hecho significativo, el acoplamiento de los hechos con la teoría y la articulación de la teoría, agotan, creo yo, la literatura de la ciencia normal, tanto empírica como teórica."
11.
"El surgimiento de nuevas teorías es precedido generalmente por un periodo de inseguridad profesional profunda. Como podría esperarse, esta inseguridad e generada por el fracaso persistente de los enigmas de la ciencia normal para dar los resultados apetecidos. El fracaso de las reglas existentes es el que sirve de preludio a la búsqueda de otras nuevas."
12.
"Supongamos entonces que las crisis son una condición previa y necesaria para el nacimiento de nuevas teorías y preguntémonos después cómo responden los científicos a su existencia.Aun cuando pueden comenzar a perder su fe y, a continuación a tomar en consideración otras alternativas, no renuncian al paradigma que los ha conducido a la crisis."
13.
"La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición de ciencia normal, está lejos de ser un proceso de acumulación, al que se llegue por medio de una articulación o una ampliación del antiguo paradigma. Es más bien una reconstrucción del campo, a partir de nuevos fundamentos, reconstrucción que cambia alguna de las generalizaciones teóricas más elementales del campo, así como también muchos de los métodos y aplicaciones del paradigma.Cuando la transición es completa, la profesión habrá modificado su visión del campo, sus métodos y sus metas."
14.
"Casi siempre, los hombres que realizan esos inventos fundamentales de un nuevo paradigma han sido muy jóvenes o muy noveles en el campo cuyo paradigma cambian.Se trata de hombres que, al no estar comprometidos con las reglas tradicionales de la ciencia normal debido a que tienen poca práctica anterior, tienen muchas probabilidades de ver que esas reglas no definen ya un juego que pueda continuar adelante y de concebir otro conjunto que pueda reemplazarlas.La transición consiguiente a un nuevo paradigma es la revolución científica."
15.
"No hay ninguna norma más elevada que la aceptación de la comunidad pertinente. Para descubrir cómo se llevan a cabo las revoluciones científicas, tendremos, por consiguiente, que examinar no sólo el efecto de la naturaleza y la lógica, sino también las técnicas de argumentación persuasiva, efectivas dentro de los grupos muy especiales que constituyen la comunidad de científicos.Para descubrir por qué la cuestión de la elección de paradigma no puede resolverse nunca de manera inequívoca sólo mediante la lógica y la experimentación, debemos examinar brevemente la naturaleza de las diferencias que separan a los partidarios de un paradigma tradicional de sus sucesores revolucionarios."
16.
"La tradición científica normal que surge de una revolución científica es no sólo incompatible sino también a menudo incomparable con la que existía con anterioridad."

No hay comentarios: